Steve Jobs utilizó estas 3 preguntas, aparentemente simples para convertir a Apple en una potencia de innovación.

 

Jobs le hacía regularmente a sus equipos estas simples preguntas:

 

 

Los jefes rara vez se hacen esta pregunta porque o bien les preocupa ser señalados como los responsables, o porque creen que centrarse en los problemas en lugar de las soluciones puede disminuir la moral del equipo.

 

El problema es que al evitarlos, algunos problemas persisten y crecen como una bola de nieve hasta que adquieren proporciones desastrozas. Jobs resolvía esto preguntándole a algunos ¿Qué es los que no funciona? y luego a otros, ¿Qué es lo que está funcionando?, y continuaba haciendo esto hasta que sentía que tenía una idea clara de lo que realmente estaba pasando. Luego usaría esta información y perspectiva para tomar la mejor decisión.

 

 

 

Nuevamente los jefes evitan esta pregunta porque o no quieren entrar en detalles técnicos o creen que puede transformarse rápidamente en una discusión inútil sobre quién tiene la culpa.

 

Sin embargo, Steve Jobs entendió que preguntar constantemente ¿por qué? de las limitaciones de diseño, producción o distribución, le permitía abrir la puerta a la innovación constante. Se dice que Jobs utilizó esta pregunta para impulsar el diseño del iPhone, muy resistido al principio, pero brillante a la postre al no tener un teclado físico.

 

 

 

Es una pregunta brillante y efectiva, tanto por lo que implica como por lo que inspira.

 

Al hacer esta pregunta, implícitamente se estaba afirmando que 1) sabía que el empleado estaba haciendo un buen trabajo, pero 2) no estaría satisfecho si éste no daba lo mejor de sí.

 

Al ponerle la carga del juicio sobre el mismo empleado, esta pregunta inspiraba a comprometerse con la calidad de su trabajo y si era necesario, había que volver a la etapa de diseño para hacerlo mejor.

 

Hágase estas preguntas en su empresa, y si necesita ayuda, contáctese o agende una reunión ¡cuenta con nosotros! 

 

 

Carlos Gera
Director